Este curso 23/24 se ha iniciado con un intenso debate sobre pantallas en los centros educativos auspiciado por el impacto de las redes sociales en el proceso cognitivo (adopción del lenguaje, atención sostenida…).
Buena parte del debate pivota la edad del primer dispositivo, de hecho hay una correlación:
A inicio más temprano en el uso de pantallas, mayor es el impacto.
En España y de acuerdo la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares (Instituto Nacional de Estadística) a los 10 años sólo un 25% de los niños tiene móvil, aunque a los 11 años pasan a tenerlo un 45,2%, a los 12, un 75%, a los 13, un 83,2 %, a los 14, un 92,8 %, y a los 15, un 94 %.
En definitiva, el salto a secundaria y la entrega del primer dispositivo se han convertido en el “ritual iniciático” de abandono de la etapa infantil y el inicio de la pubertad. Muy a pesar de las cada vez mayores pruebas del impacto de las pantallas y las redes sociales durante esta etapa vital.
En los USA más de 50.000 familias de AFAs escolares se han adherido al compromiso “Wait until 8th” por el que se comprometen a no facilitar un Smart-phone a sus hijos hasta no haber superado el 8th grade (equivalente al 2º ESO en España).
El objetivo de esta iniciativa es reducir la consabida “presión social” y por ende minimizar el principal argumento de nuestros hijos/as:
“Es que todos mis amigos tienen ya...”
Las familias adheridas pueden facilitar terminales “no Smart” es decir, teléfonos con funcionalidades limitadas (sin APPs, sin redes sociales…) puedes ver la relación de móviles recomendados para menores aquí.
Por el lado de las familias, existen también falsas motivaciones para adelantar la edad de la primera pantalla.... En este caso el consabido:
“Se lo he comprado por si le pasa algo...”
Éste argumento por parte se ha convertido en el caballo de Troya perfecto... un azucarillo para nuestra conciencia que supone la rendición ante nuestras convicciones.
Para familias en esta situación, os propongo una “buena práctica” importada de las comunidades de padres de colegios en San Francisco para conciliar ambas preocupaciones y ayudaros a retrasar la edad de la primera adopción.
El paso intermedio es facilitar reloj inteligente (smart watch) como antesala al teléfono.
Por mucho que pueda chocar la idea de buen principio, los beneficios de esta estrategia son múltiples:
Permite la recepción y respuesta de mensajes a través de Mensajería instantánea.
Permite la localización GPS del menor por parte de su familia --> Por si le pasara algo... (de verdad)
Envía alertas y mensajes de emergencia.
Tiene una funcionalidad acotada en el uso de las redes sociales y minimiza sus elementos más adictivos (infinit scroll, autoplay…)
La familia mantiene la potestad de activar las APPs disponibles en el teléfono (el reloj está emparejado con el terminal de la familia y es ésta quien finalmente incorpora una u otra APP)
Reduce la presión hacia la ansiada “pantalla grande”.
De segunda mano son más accesibles y económicos que los móviles.
Esta práctica os ayudará a dilatar la entrega del primer móvil al menos 1 o 2 años... que habida cuenta como está el patio, no es poco :-)
Aprende hábitos cibersaludables
Si todos estas recomendaciones se te hacen demasiado técnicas, no te preocupes, organiza un seminario en tu centro educativo, aprende hábitos cibersaludables y retoma el control de las pantallas en casa.
Si quieres más información sobre el Seminario de Prevención de Ciberadicciones en centros educativos, envíame un mail a hola@habitoscibersaludables.com
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